sábado, diciembre 30, 2006


Mi querido Caruso y la sueca

Tienen más de 35. Hace tiempo que dejaron o les dejaron, y en su experiencia vital, muchas historias - ciertas o inventadas- para contar en los bares. Miran con nostalgia los años del boom turístico en que zonas como La Manga era una segunda Sodoma y Gomorra de rubias suecas, alemanas, francesas e italianas. En una ocasión, allá por el 84, mi compadre Caruso logró impresionar a una escultural sueca a lomos de una yegua que le había prestado uno de los hijos reconocidos de Tomas Maestre, dueño y señor de La Manga. Caruso y la sueca cabalgaban a lomos una bella yegua española cuando henchido de confianza mi compadre buscó uno de los muslos de la sueca para así dominar a las dos hembras. Sin embargo no encontró tal privilegio, pues la sueca de infarto yacía inerme en el camino, con la cabeza abierta y metida en un charco púrpura. Los ojos de los tertulianos a penas parpadean pues la historia aún no ha concluido. Caruso cuenta como llevó, a lomos de la yegua, a la pobre sueca sin nombre al cirujano de urgencias, que le cortó el pelo y le dio 14 puntos de sutura. La sueca a pesar del susto y el obligado corte de pelo se dejó cabalgar por Caruso en la misma consulta, aprovechando un descuido del doctor. Los ojos de los tertulianos se abren, brindan por la sueca y alguno paga la siguiente ronda. Todos ya conformes con el desenlace feliz de la historia. Vuelta a empezar...Estos seres ya no extrañan el compromiso. Viven solos y rehuyen las cosas en las que dejaron de creer hace años. Sólo una cerveza, un wisky y unas cartas encima de la mesa bastan para hacer, de estos tipos, la familia ideal que habita La Manga en invierno.

Un abrazo a todos ellos

martes, diciembre 26, 2006

Cuestión de creatividad

A menudo despierto en mitad de la madrugada con una idea en la cabeza. Una historia me sorprende en mitad de la noche y me pide ser escrita, sin embargo casi ninguna llega a tomar vida en el papel. No por falta de ganas, que hay de sobra, creo que el problema es la falta de imaginación. Cuando centro la historia, elijo los personajes y empiezo a hacer un esbozo de la trama descubro que la historia ya existe. Alguien se ha adelantado a mis palabras para escribir la historia que yo tenía en la mente. Seguramente por haberla leído, o por haberla visto en el cine o en televisión, me pongo a escribir y siento que estoy parafraseando algo ya existente aunque, a veces, no sepa exactamente a quien pertenece. Seguramente sea un problema de creatividad. El exceso de ruido, el aletargamiento que provoca la televisión o la vida de la ciudad están acabando con la poca creatividad que tenía cuando estaba en el instituto. Me vuelvo unos días a la playa a ver si el mar despierta mi imaginación.

jueves, diciembre 21, 2006

Feliz Navidad Bon Nadal

Soy propenso a perder cosas. A veces pierdo mi coche. Lo aparco con cuidado, me fijo bien donde está y me marcho a hacer mis cosas. Cuando vuelvo no aparece. Doy vueltas con la llave en la mano y pulso constantemente el cierre centralizado con la esperanza de que sea el mismo coche el que me avise de dónde carajo está. Sería útil un bocinazo de aviso para despistados incorporado de serie junto con las demás prestaciones. Pero no sólo pierdo el coche. A veces me pierdo yo mismo. En una ocasión, por estas fechas, regresaba de Alicante hacia Murcia y la carretera se hizo cada vez más extraña. Tras varios kilómetros a la deriva mi acompañante me preguntó amablemente si me había perdido. Le dije que no y seguí conduciendo esperando ver alguna señal de mi destino deseado.

- Di la verdad, te has perdido.
- Que no. De verdad que no (mentía).
Al poco tiempo me di por vencido y pensé que sería inútil ocultar por más tiempo mi incompetencia orientándome. Ya estaba dispuesto a confesarme cuando vi en una de las salidas cercanas a la carretera un gran cartel luminoso colgado sobre una plazoleta. Puse el intermitente y tomé esa dirección.
- ¿Donde vamos? Preguntó mi acompañante.
- Te he traído hasta aquí para enseñarte este pueblo, el bello pueblo de Bon Nadal,... (así rezaba en el luminoso). En fin, cualquier cosa antes que reconocer que soy un desastre.
Que tengáis Feliz Navidad y Bon Nadal para valencianos y catalanes.

martes, diciembre 19, 2006

Portabilidad!!!

Mi teléfono móvil es un travieso. Me lo regaló mi hermano hace unos meses y me puse muy contento, ya que se trata del uno de los últimos modelos de Nokia; bluetooth, 3G, Gps para el coche y todas esas cosas que nunca he usado pero que están ahí y seguro que un día de estos me serán de gran utilidad. Sin embargo, desde hace unos meses, mi teléfono envía por su cuenta mensajes multimedia a otros teléfonos. No se de donde salen ni hacia que terminales van y lo peor de todo desconocía si me los estaban cobrando.
Bueno, llamaré al teléfono de atención al cliente de Movistar y allí alguien amable y comprensivo me informará de la situación de mi factura", pobre iluso... Resulta que cuando marcas el 609, número de información, lo primero que oyes es una cacofónica promoción navideña que deja paso a un contestador que te pregunta cuál es el motivo de la llamada:
- Pues mire, problemas con mi teléfono. Digo yo.
- "No le entiendo, repita con voz clara el motivo de su llamada", dice el aparato. Y yo voy haciendo la pregunta más escueta y clara.
- Problemas teléfono.
-"No le entiendo, repita con voz clara el motivo de su llamada". Y yo viendo que el contestador no es capaz de comprender frases complizadas le simplifico aún más.
-!Vete a la mierda!, le digo. Se obra el milagro el aparato se ofende.
- "Si no tiene ninguna pregunta sobre su servicio Movistar la llamada concluye aquí."
Visto el desplante y con mi teléfono enfermo, decido volver a intentarlo y marco de nuevo el 609. Me empapo de la promoción....y oigo de nuevo a mi amigo el contestador ofendido que me pregunta de nuevo cuál es el motivo de mi llamada.
Pienso que será mejor ser directo, no andarme con rodeos e ir a la cuestión que más valoran las telefónicas. Le digo al contestador automático la palabra mágica para lograr que personas hablen con personas. Doce letras que hace que se enciendan todas las alertas del contestador y rápidamente alguien se lance a atender a los que pagamos.
-!PORTABILIDAD!
De inmediato contesta un amable señor con acento argentino que me informa de que esos mensajes no están registrados en mi factura y que para cualquier otra consulta le tengo a su entera disposición como humano y trabajador que es, siempre al servicio del cliente.
Ya sabéis, PORTABILIDAD, BAJA, LIQUIDACIÓN, si queréis que alguien os atienda en el servicio de atención al cliente de Movistar.

domingo, diciembre 17, 2006

Las niñas de siete años

Recuerdo muchas cosas de cuando era una pequeña querubín de siete años. Las callejas del pueblo, los pedregales, la escuela y el profesor Franchesco, pero sobre todo recuerdo al Abuelo. No era un abuelo cualquiera él era el abuelo de todos, con su barba roja y su viejo sombrero gris. Era el mayor del pueblo.
Por las tardes, casi al, y cuando no había escuela, yo solía correr a la casa del Abuelo para ayudarle a bajar hasta la playa, donde a su alrededor nos sentábamos Lucio y yo, y esperábamos a que hablara. Para mí él era nuestro Mesías de los sueños. Nos contaba historias de elfos, de duendes y de sirenas. Algunos días cazábamos gamusinos por la playa. El abuelo nos decía: "el que sea capaz de ver un gamusino tendrá suerte durante muchos años, y si lo caza, tendría la sabiduría de un Dios y la fuerza de siete hombres". Al parecer muy poca gente había cazado gamusinos. Siempre escapaban entre la arena o por el agua, los gamusinos no tenían frío.
En la escuela el profesor Franchesco me dijo una vez que no debía creer demasiado esas historias porque eran inventadas como las de cuando leíamos, y que, cuando me trasladara a la ciudad, se reirían de mí si contaba esas cosas. La ciudad no nos gustaba, Don Franchesco vivía allí y un día nos llevó de excursión. No había muchos árboles. El ruido de la muchedumbre y los gruñidos de los coches no dejaban en paz a los pájaros. Allí todo era muy grande y tupido. Los edificios no dejaban llegar la luz al suelo y, aunque no hubiera nubes, el cielo parecía turbio y gris. Ni siquiera en el mercado que venía todos los meses al pueblo se reunía tanta gente.
El mar de la ciudad era negro y duro, y sus barcos echaban mucho humo, allí no podrían vivir sirenas, ni mucho menos gamusinos que eran muy asustadizos.
Por la noche, tras la excursión escolar Lope y yo fuimos a casa del Abuelo para contarle que habíamos estado en la ciudad. Entramos en su casa, y allí estaba él, sentado y pensativo. Nos sentamos en su jergón junto a la mecedora, él nos observaba en silencio, su roja barba y su cara estriada, con sus labios entreabiertos y sus penetrantes ojos mirándonos, le daban al Abuelo un aspecto omnisciente.
Recuerdo que ese día no bajamos a la playa, el abuelo parecía enfermo y el frío empezaba a hacerse notar.
En el pueblo mucha gente vivía de la pesca, Lucio era medio pescador y tenía una media barcaza atada en la playa, junto a los peñascos.
Esa noche yo estaba triste, Lucio y má habían discutido. Siempre que había luna llena discutían, má no le dejaba ir a pescar.
Pregunté al Abuelo por qué má no dejaba pescar a Lucio en los días de luna llena, y él me contó que las sirenas venían cerca de la costa cuando se escondía la luna, pero que cuando había luna llena se marchaban a alta mar, donde se pesca, y contaban que una vez un pescador en una noche de luna, y tras ver una sirena, tal vez enloquecido por la belleza de esta, o por pensarla una mujer en apuros se lanzó al agua, en donde las sirenas le tomaron como esclavo para que pagara así su deuda con el mar. -“Por eso entonces má no deja salir a mi hermano Lucio los días de luna llena”.
Tras su explicación me levanté, y con cuidado de no perturbar la paz en la que el Abuelo quedaba siempre después de sus historias, cerré la puerta y me fui a casa.
Días después el Abuelo empeoró, y Don Franchesco nos avisó que faltaría a clase unos días para llevarle a la ciudad.
Una turbia congoja hizo mella en mi estomago, y sentí que los ojos se me llenaban de lagrimas. Algo se desgarraba en mi interior. -“Al mundanal ruido, donde el mar es negro y no existen los elfos, ni las sirenas ni los gamusinos, donde el sol no calienta y los pájaros no hablan”-.
“Tranquila Celia, las niñas de siete años no lloran”- dijo Don Franchesco.
Supe entonces que jamas volvería a ver al Abuelo.
Hoy aún creo en el reino de Olar, y en los viajes de Julio Verne, y claro está que hubo una vez un hombre llamado Don Camilo que sí que debió cazar gamusinos.

jueves, diciembre 14, 2006

Éxito del UCAM Media Lab

Hoy he conocido gente interesante. José Luis Orihuela, de e-cuaderno, José Luis González, de Periodista digital, Pau Llop, de Nxtmdia, Fernando Morales, de Informativos Telecinco.com y Adriano Morán, de Jabalí digital. Todos ellos han dejado su experiencia en la Universidad Católica de Murcia en el Ucam Media Lab sobre comunicación, medios y sociedad.
La eclosión del periodismo 3.0, el papel de las bitácoras o blogs y la necesaria evolución de los medios tradicionales han sido las líneas seguidas por estos conferenciantes a la hora de enseñarnos, a los alumnos de periodismo, lo singular de sus experiencias en el mundo de la comunicación. Desde que José Manuel Noguera, creador de La Azotea, nos mostrara que existen espacios como éste que utilizo para comunicarme, a penas conocía la existencia de páginas personales, y desconocía por completo la existencia de los blogs. Desde el momento que comencé a escribir este espacio no he terminado de encontrar un estilo y la mayor parte de los conferenciantes que han participado en el Ucam Media Lab coinciden en que una bitácora debe ser especializada y además el bloger ha de disfrutar escribiéndola. Hasta ahora he tratado temas muy dispares en Los Alisios y creo que, a partir de ahora, me centraré en aquello que manejo con más soltura y con lo que -seguro- disfruto más. Espero vuestra opinión y colaboración.
Caricias y puñales


El mundo me ha venido dando la espalda –como a muchos otros soñadores- de modo que quizás ya nunca alcance a ver su rostro. Un rostro de seguro ajado por el goteo de los días.
Se suceden las lunas y las lágrimas se van secando. Hoy me ahoga la certeza de que lo único que puede aspirar a ser eterno es el ruido del mar sobre los cantos ya gastados. Un mar que contrasta con mi turbación. Sereno, humilde sobre el que se alzan en la lejanía dos enormes moles de hierro y humo.
En este rincón de piedras grandes, pulidas de tantas caricias, uno se siente abrazar por dos grandes lenguas de montaña que avanzan dejándose penetrar por un agua clara y tibia.
La luna, casi llena, presidió aquel instante.
Bendita aquella noche en que miraba desde su oscuro reino testigo fiel de mi destino. Maldita esta noche en que conmigo despierta mi pluma y mis miedos. Esos que creía a salvo bajo la misma llave oculta que me mantiene en estas cuatro paredes, preso por mi crueldad.
Aquel amanecer no fue triste.


- Mañana tomo un tren a San Sebastián. Dijo.
- A ningún lugar. Pensé.

Dejé resbalar mi mano por su espalda y ella acercó su rostro húmedo al mío. Y en el amor, en la traición, acerté en la boca del estómago que -humilde y sumiso- se abrió penetrado por la mortífera herramienta. A penas un último vistazo a quien le estaba dando muerte. Sin rencor, decepción, sorpresa quizás, pero no odio. Nerea cerró los ojos. Su cuerpo cedió poco a poco a una muerte segura. Allí quedó sobre aquellas rocas pulidas de tantas caricias.

domingo, diciembre 10, 2006

El último silencio de un reloj

Un reloj no puede marcar el paso del tiempo eternamente

No soporto el ruido que producen estas máquinas perversas. Lo que más me molesta no es el incesante click click de los relojes de toda la vida, lo peor es el silencio que marca cada segundo. Es terrible la incertidumbre que produce pensar que en cualquier momento se va a parar. Ese martilleo inhumano parece incansable pero es sólo una ilusión. Tampoco un corazón puede latir eternamente y vivir todos los segundos.

120 pulsaciones al minuto, 7200 pulsaciones a la hora, 173 mil pulsaciones al día....Y al final el reloj se rinde y el silencio que marca el último segundo se hace más y más largo hasta convertirse en un silencio, ese sí, eterno.

viernes, diciembre 08, 2006


Terrorrismo doméstico

La piel de una víctima transpira nada más oirle llegar

Sientes como el miedo te toca, caricias que te congelan y erizan la piel. Notas también cómo tu corazón se acelera y cómo tus pulmones parecen no responder a tus órdenes. Alzas la vista, ahí está, se yergue frente a ti como una gran torre. Te mira. Te muestra dientes y garras, y tú, indefensa te dejas llevar. Enloquecida intentas escapar, pero de un salto te alcanza. Te lleva junto a la pared de la cueva. Notas como las heladas gotas del deshielo caen resbalando hasta tu espalda, y sin embargo no te atreves a mover un solo músculo, ni siquiera a pestañear. Ves el terror en su rostro, cargado de angustias eternas, y sus dientes sedientos de sangre, de tu sangre. Cierras los ojos esperando el momento del fin, creyendo en cada uno de tus suspiros: el último. Notas como el corazón te golpea tenso en el pecho, una y otra vez, y su aliento cargado y espeso te turba como brisa del infierno.
Y, de repente... Oyes las gaitas tocando al compás de los tambores, abres los ojos y descubres el verde frescor del prado, su brisa te llega como aliento del cielo, como del mismísimo cielo. Tus pupilas tardan en asimilar tanta claridad. Te embarga una sensación de extrema salud, de bienestar, de poder abarcar todo con la mirada, hasta el horizonte. Como si el gusano de la buenaventura se deslizara por tus entrañas y estallara en tu interior en espléndidos fuegos artificiales, todo puro, infinitamente puro, todo en su sitio exacto, como si de un sueño se tratara. ¡Sueño!.
La bestia duerme tranquila, reposa su banquete. Ahora es tu oportunidad: ¡Corre, huye! Un momento, espera, la bestia debe estar soñando. Aguarda en la puerta, y cuando despierte de su sangriento sueño y haya despedazado ya las gaitas, los tambores, cuando haya arrasado los prados, secado los ríos, y descubra que todo ha sido un sueño, deja que se consuma en la llama de la desilusión y de la desgana, obsérvalo sentado bajo la cruz de la vergüenza, encerrado aquí en su oscura cueva, con nada que comer ni con nadie a quien torturar. Sueño.Tus ojos se abren y de nuevo contemplas a la oscura bestia, sólo que ahora ríe con desprecio, y se relame de su golosina inocente. Sólo te queda sentarte y esperar que todo termine. Ya no oyes gaitas ni tambores, tan solo las gotas del deshielo.


Tránsito musical
Una rara experiencia radiofónica

Pasé la noche en un dormitar suave solo comparable al de una dulce melodía. Un son de ángeles que me acariciaba los sentidos. Un sueño que, aunque frágil, me hacía estremecer. La música parecía de alguna despedida escuchada en un tiempo lejano. De súbito, un estruendo interrumpió mi viaje por aquel paraíso melódico. El viejo cascarrabias de lata me hizo saltar de la cama y, aún con los párpados pegados, logré alcanzar la mesilla en un escorzo encaminado a hacer desaparecer tal escándalo. En tal proceso tuve tiempo de destrozar el vaso que anoche dejé sobre la mesilla. El crujir de cristales y el olor a whisky me despertaron los sentidos por completo. De un salto me incorporé sin tener en cuenta las propiedades de los cristales rotos. El tajo dejó tras de sí una estela granate. Limpié la herida y coloqué un apósito para contener la hemorragia.
Abrí la ventana del motel donde había pasado la noche. Abajo los obreros picoteaban testarudos el asfalto con sus martillos neumáticos. Tuve la sensación de que el día iniciado no me iba a traer mejores momentos que el de ayer.
Caminé hasta la estación de metro para llegar lo antes posible a la oficina. De San Andrés a Place
des Vosges había siete paradas. Los rostros eran, aunque diferentes, los de siempre. Miradas
perdidas, señoras con sus carros y bolsas; niñas de uniforme y cara inocente; y algún mendigo
recién levantado que, como yo, pasó la noche bebiendo. Pensé no subir al tren y no ir a la oficina.
Recorrer el otoño de París refugiado en mi paraguas en busca de algo mejor que hacer.
La estructura metálica produjo un chirrido insoportable. Llegaba el metro.
Subí al vagón y tras pisar sobre el firme tuve la sensación de haber pasado por un charco. Mi pié
seguía sangrando.
Una joven me dejó su plaza. El tren se puso en marcha y por un momento me sentí desfallecer.
Había dejado un rastro de sangre tras de mi. Como un macabro río se extendía desde la puerta hasta mi asiento. Decidí bajar en Avisses, tres paradas antes de Vosges.
Un soplo de aire fresco me dio energías renovadas. El dolor de cabeza remitía por momentos y al caminar olvidaba el pesimismo de aquella mañana.
Mientras subía las escaleras de la estación iba olvidando también el fluido vital que mojaba ya la pernera del pantalón. Todo iba poco a poco perdiendo su carácter de imprescindible. Mi corbata quedó apoyada en el manillar de una bicicleta. Mi maletín y chaqueta duraron apenas unos segundos en soledad a la salida del metro. Un par de jóvenes dieron cuenta de ellos y echaron a correr. Las caras se iban equiparando unas a otras y un extraño reclamo parecía guiarme por la ciudad con un rumbo desconocido aunque inevitable.
Pensé que estaba perdiendo mucha sangre, pero mi instinto podía más que mi razón.
Caminé durante media hora. Rumbo fijo. Mis pasos se hacían cada vez más pausados. No me preocupaba el pié. Sólo quedaba un último esfuerzo. Ansiaba llegar a mi destino. La oficina quedaba lejos. Detestaba aquel nido de buitres, aunque era el único sitio en donde mi vida cobraba un sentido.
Crucé por Bastille y todo se volvió de una luminosidad lechosa.
Mi vista se nubló. Ese abrir y cerrar de ojos debió ser toda una vida. Al instante recuperé la visión. Ningún vehículo. No había dolor en mi pié. Los árboles dejaban caer sus hojas muertas sobre la acera. Una acera vacía. La escena me trajo a la memoria un cuadro de Edvard Munch. El dolor había desaparecido. Al mirar mi pié descubrí que junto con él dolor, también mis ropas habían desaparecido. Corrí a refugiar mi desnudez tras unos setos. Grité buscando respuesta pero todo fue inútil. Ni yo mismo podía escuchar nada. El aire de mis pulmones no provocaba alteraciones en el ambiente. Ni frío ni calor. Mis sentidos parecían estar presos de un coma consciente.
Poco a poco fue llegando a mis oídos la melodía acompasada de un Cortége. Las notas me fueron guiando hasta una ventana próxima. Miré y reconocí los muebles, las cortinas y la cama donde dormí los años en que mi mujer vivía conmigo. Iba vestida de negro. Mi cuerpo yacía inerme sobre la cama. Una cicatriz en mi cara indicaba que ésta había sido reconstruida. La melodía marcaba sus últimos compases.
Abrí los ojos obligado por el estruendo metálico del despertador. La radio seguía encendida y la sintonía anunciaba el noticiero de las 8:00. Acompañada por un son de despedida la periodista daba el avance de un suceso ocurrido esta misma mañana en las calles de París:
“Le Directeur de la société informatique TRESS, Mario Salcillo, a perdu ce matin la vie après des coups en bas, des Parents, des compagnons et les amis disent une prière pour son l'âme”.
¿Has vivido algo parecido? Cuéntamelo!

jueves, diciembre 07, 2006

El Propósito

He reflexionado estos días acerca del propósito y la perspectiva que otorga el tener una meta. Resultado de nuestra educación capitalista y competitiva, carecer de un propósito se ha convertido en uno de los peores males que atacan la estima del ser humano. El sentimiento de vacío que acompaña la consecución de metas genera un tipo de estrés, difícil de entender, pero muy común. No todo el mundo sabe disfrutar del tiempo libre. Hay personas que necesitan llenar la agenda de tareas y obligaciones para no caer en la melancolía.
El propósito cura estos problemas. Vivir conforme a un propósito es el mejor aliado frente al vacío de los objetivos cumplidos. Quien vive a través del propósito es capaz de superar los problemas con solvencia y encauzar sus sueños hacia nuevas metas. Obligados a lograr metas, éxito y reconocimiento sólo cabe vivir conforme a un propósito moldeable. La vida trae decepciones, fracasos y tragedias que la presencia perpetua del propósito nos ayuda a convertir en oportunidades.
No permitas el vacío. !Vive conforme al propósito y la buena suerte no tardará en aparecer!

martes, diciembre 05, 2006

Carta a un suicida
Estimado señor suicida:
Me llamó gratamente la atención la carta que recibí de usted hace unos días. No por su forma de redactar, aunque sus escasas faltas denotan una mínima cultura, sino por permitir que sea yo su confidente, su conciencia en los que prometen ser sus últimos días.
Aquí está pues mi pronta y sincera contestación:
- Tras leer atentamente sus problemas, tan graves sin duda como para tomar tan drástica sentencia, le llamo un momento a la reflexión, sin animo, eso sí, de que desista en su trágico empeño. Si de algo estoy seguro, es de que usted debe haber pasado largas noches en vela y muchas tardes cavilando para dar por fin con una solución tan eficaz a tan enrevesados problemas.
Lo de su mujer, después de lo que pasaron juntos, -por cierto, me caló muy hondo lo de aquel perrillo- ¡si hombre!, el que encontraron en ese romántico viaje por las costas irlandesas. Yo siempre quise ir a Irlanda, ya desde pequeño soñaba con aquellas tierras, y como no, llevar a mi mujer, igual que usted, bueno, o la que durante seis años ha sido su mujer.
Y para colmo de males, Pascual. El que siempre creíste tu gran amigote, el de las grandes juergas de aquellos años en que llevabais locas a todas, pero sobre todo él, que siempre parecía tan seguro de sí mismo. Según lo que me contaste debió ser un gran tipo, antes de lo de...,ya sabes, con tu mujer. Pero tranquilo, después de lo tuyo, seguro que se siente lo suficientemente culpable como para apartarse de tu cama un par de semanas mientras que, claro está, tu mujer guarda el estricto luto protocolario y cobra el seguro de viudedad anticipada.

¿Y los del trabajo?, a ver si después tienen agallas para tirarte al cuello con lo de GLU-GLU... y todo eso que tu y yo sabemos, aunque claro está, si papa te hubiera dejado estudiar lo de aquella ingeniería pues nunca se sabe, a lo mejor otro gallo te cantaría, incluso puede que fueras ahora un gran hombre de negocios en lugar de, sin animo de ofender, un personaje que se dispone a retirarse prematuramente de la función por que nadie le a dado un papel decente.
A mi parecer, y tras leer tu carta, te doy realmente mi apoyo más sincero. Pero creo que hay algunas cosas que no has tenido en cuenta. Vale, de acuerdo, te marchas por la puerta grande y les das a todos una buena lección, ya sea con soga con heroína o como se te ocurra, eso es lo de menos, a lo que me refiero es ¿qué pasará luego?
Vale, de acuerdo, ya lo sé, tus preocupaciones, tus responsabilidades tus vicios, pero piensa que tres o cuatro metros de tierra deben también pesar lo suyo.
Pero claro, los problemas son una cosa, lo tuyo tío, es de libro, no de película mas bien, jamás conocí a nadie con tantísimas razones para quitarse la vida.
Quién sabe, quizá así la gente te empiece a apreciar un poco, seguro que eso te gustaría, claro que para entonces estarás muerto. También puede que te mitifiquen y seas recordado para el resto de los días, no de los tuyos claro, sino los de los demás, los de cada uno, pero a su vez cada uno te verá a su manera, puede incluso que su opinión hacia ti venga dada por la época del año o por el día de la semana. El lunes te verán como un lunático, el martes como un mártir, el miércoles como un mierda, el jueves como un juerguista, el viernes como un hombre de bien, el sábado como un sabelotodo, y el domingo como un pobre don nadie, víctima del sistema, de las circunstancias, o de su perturbada mente. Quizás pienses que tienen razón, estoy de acuerdo contigo, sólo que cada uno te verá como se le antoje y cuando se le antoje, tu buen amigo como un pobre cornudo, tu mujer como un pobre desgraciado que le llena el plato cada día desde la tumba, pero, lo que ya si que nadie podrá ver, será el conjunto de todo eso, la esencia, la mezcla de todas esas circunstancias, como mucho tierra y gusanos, que además deben de ser un fastidio, al menos para descansar (en paz). Tu ya me entiendes, y sin embargo mi querido amigo, qué podría ser peor, me refiero ¿y la diferencia entre vivir o morir?, quizá estés ya muerto, o incluso lo estuvieras antes de saber lo de tu mujer. Lo de menos es si te pegas un tiro, es más, pégatelo por algo que merezca la pena y te daré mi sincera enhorabuena, pégatelo si ya estas muerto, si solamente estás vivo, o si simplemente no te paraste un momento en la vida a buscar la forma de sobrevivir, de sobrepasarte a ti mismo, o mucho más simple, si nunca te paraste a escuchar lo que tenías alrededor, entonces buen amigo quiero oír el -Boom- de un revolver, o el -crac- de tu cuello, aunque eso suponga el fin de tu existencia y de la mía.
Tu yo más próximo

jueves, noviembre 30, 2006

La Buena Suerte
Claves de la prosperidad

Dos amigos de la infancia se encuentran y charlan acerca de la evolución de sus respectivas vidas. Víctor cuenta a David una historia de Merlín y sus caballeros. El mago propone un juego a dos caballeros de la corte, encontrar la suerte infinita. Les manda a buscar el trébol de cuatro hojas que sólo nace una vez cada muchísimo tiempo, eso sí, perdido en un tramo del bosque. Ambos emprenden la aventura con distinta suerte. Uno se confía al azar y a la casualidad mientras que el otro crea las condiciones para que se produzca el milagro. Alex Rovira y Fernando Trías, licenciados en Administración y Dirección de Empresas y asesores de ejecutivos, dan las claves atraer la buena suerte. Literariamente es un cuento que puede leer cualquier niño, pero el mensaje es útil es niños y mayores.
"Crea tu propia suerte porque las oportunidades no se pierden, alguien las aprovecha por ti".

lunes, noviembre 27, 2006

PP y PSOE se tiran a los montajes a la cabeza

El PSOE se suma a la nueva moda de los cortos-crítica para poner en evidencia al partido contrario. Mal vamos si piensan los socialistas que algo de lo que aparece en esta producción es novedoso. La expresión de Aznar, "movimiento de liberación vasca", es conocida de sobra en España, así como los acercamientos de presos y los gestos del Partido Popular durante la tregua de 1998. Aznar y su partido se mostraban entonces partidarios del diálogo con HB. Esto no es ninguna novedad. Entonces, ¿qué necesidad hay de rebatir la absurda política del Partido Popular con más de lo mismo? ¿Cuándo veremos un debate abierto entre Zapatero y Rajoy donde podamos comprobar que no son simples monigotes que dependen de sus redactores de discursos y de sus productoras audiovisuales?
Por el momento, Miguel Ángel Rodríguez, el que fuera secretario general del PP durante los años de Aznar, ya prepara un vídeo respusta para poner en evidencia al PSOE.
El uso del montaje audiovisual muestra la cobardía de nuestros políticos al directo. Al cara a cara que pueda poner, a la opinión pública, al corriente de sus carencias culturales y expresivas.

viernes, noviembre 24, 2006

Sobre presunciones e impersonales

Muchos personajes de televisión y radio -periodistas y tertulianos- se afanan en hablar de presuntos robos, presuntos blanqueos o presuntas puñaladas. Sin embargo robo, blanqueo o puñalada no son sujetos jurídicos a los que otorgar el derecho recogido en el artículo 24 de la Constitución española, la presunción de inocencia. No puede existir un presunto robo, el robo existe o no existe. Presuntamente lo habrá cometido (el delito) cualquier fulano al que se acuse, pero el robo existe o no existe.
Este vicio incomprensible aparece, sobre todo, a la hora de improvisar o adelantar noticias de última hora. El locutor suelta el lastre de la responsabilidad sobre la información al hablar de presunta violación, presunta fuga o presunta
puñalada. También está de moda el impersonal ‘se’, para informar a la audiencia de que detalles relevantes del hecho no están claros. Ej. Se desconocen las causas del incendio. ¿Causas que se desconocen? ¿Quién las desconoce? ¿El medio? ¿El periodista? ¿El resto de la humanidad?...
Algunos principios del periodismo se derrumban con el uso de estas expresiones. La claridad y la veracidad son incompatibles, a mi juicio, con el uso dudoso de la presunción y con el empleo de impersonales para intentar disimular insuficiencias informativas.

jueves, noviembre 23, 2006

La enseñanza, una profesión de riesgo

Ser profesor no es fácil. El sindicato de enseñanza ANPE publica que el 20 por ciento de los profesores españoles sufren el síndrome del ‘profesor quemado’. El porcentaje me parece pequeño para los problemas que algunos tienen que soportar. En el Instituto Jiménez de la Espada de Cartagena, recuerdo que un compañero fue expulsado dos días por amenazar a la profesora de literatura con quemarle la cara. Casos como este eran recogidos en un suplemento de elmundo.es, pero seguro que podrían llenarse muchas más páginas. Ahora las cosas están aún peor. Los profesores de educación secundaria han sido despojados de toda autoridad y tienen que soportar humillaciones de todo tipo. Querer ser profesor es similar a querer ser arbitro de tercera división. A los insultos de los chavales sabes que tendrás que aguantar las recriminaciones de unos padres que se ofenden cuando le sacan tarjeta roja a su hijo. El estudio Cisneros IX revela además que el 39 por ciento padece cuadros de estrés grave. Uno de cada diez se plantea dejar la enseñanza, otros -como el que escribe- elegimos otra profesión para no sufrir la lucha que supone dar clase a energúmenos maleducados, hijos de papá y de mamá a los que a penas puedes alzar la voz para que escuchen los pocos que respetan a quien les quiere enseñar.

lunes, noviembre 20, 2006

Tele-porro en Murcia

La policía local de Murcia puso en marcha, hace un año, un plan de seguridad contra la venta de droga al menudeo. En aquel momento la venta de estupefacientes en los parques y calles de la ciudad era vox populi.
Esta presión, a priori, ha tenido un efecto sensiblemente disuasorio para la venta de droga en los parques y chiringuitos tradicionales. Sin embargo, lejos de le abandonar la venta, los camellos de Murcia desarrollan vías alternativas de suministro. Ni los adictos están dispuestos a renunciar al producto, ni los suministradores, al pingüe beneficio que éste les reporta. Ahora se desplazan en motocicletas tras tomar nota del pedido y reparten, éxtasis, cocaína y cristal a domicilio, como si de un negocio de comida rápida se tratara. Este sistema les permite, en caso de ser detenidos, que se les juzgue por tenencia de drogas y no por tráfico, ya que se desplazan con la cantidad mínima para este supuesto. Además, desde la calle están al tanto de los movimientos de las patrullas policiales que circundan las zonas de Espinardo y La Fama, y pueden avisar a sus ‘colegas’, de la presencia de agentes.
Murcia fue en 2004 la segunda comunidad en la que más hachís se decomisó, casi cien mil kilos según datos del Instituto Nacional de Estadísticas. Datos positivos en los últimos años, que sin embargo no reflejan la realidad de la calle. La droga sigue ahí, en los mismos barrios y calles de la ciudad, aunque ahora viaje en moto.

Imagen: www.wema.com

Un escudo humano frente al terrorismo de estado practicado por Israel

Un escudo humano ha logrado evitar una nueva masacre del ejercito Israelí sobre el pueblo palestino. Encaramados a los techos de las casas los habitantes de una aldea han evitado un nuevo capítulo de terrorismo de estado. Seguramente los numerosos medios de comunicación que circundaban el poblado han tenido un efecto disuasorio en los terroristas del otro lado a la hora de cometer una nueva matanza. Demasiados niños despedazados en los telediarios de medio mundo. No cabe duda. Cuando las cámaras miren hacia otro lado, la maquinaria bélica de Israel hará correr de nuevo sangre inocente en tierra Palestina.

sábado, noviembre 18, 2006

Apuntes sobre el PSOE y su gobierno
A la atención de un lector

Atendiendo a la petición de uno de mis pocos lectores ahora toca hacerle un poco de 'viento' al Partido Socialista. Tiene razón mi interlocutor. Por muy mal que lo haga el Partido Popular ahora es tiempo de mirar a los que manejan el país desde hace tres años. Zapatero empezó su mandato retirando las tropas de Iraq y llevando a cabo un discurso ilusionante y comprometido con los ideales de izquierdas, sin embargo son muchas las contradicciones de este gobierno. En primer lugar no entiendo que un presidente que aboga por un mundo justo, por alianzas de civilizaciones y por los derechos humanos, reciba con honores de estado al dictador y genocida Teodoro Obiang, presidente de Guinea Ecuatorial. Tampoco entiendo cómo permite que el sucesor de Maragall en Cataluña, continúe el circo político que tanto tiempo lleva allí instalado. Tanto sufrir para conciliar el 'Estatut de Cataluña' y la Constitución para después gobernar con quienes no quieren ni lo uno ni lo otro. El PSOE gobernará Cataluña pero no gracias a los catalanes, sino a pesar de que CIU ganara las elecciones. A veces el orden de los factores si que altera el producto.
Por lo demás, Zapatero, en estos tres años, ha ido ganando populismo, que no popularidad, y esto es lo que puede acabar con su gobierno. Entre demostrar y querer hacer ver a los ciudadanos hay un mar de circunstancias que hacen quedar muy mal al presidente de un país. El tema del proceso de paz tras la tregua permanente de ETA es, sin duda, el más delicado al que se enfrenta Zapatero. El único dato del que el presidente debe congratularse, es el de que ETA no haya matado en los últimos años, porque todo lo demás son castillos en el aire. Continúa la extorsión a los empresarios, la izquierda aberchale sigue anhelando la secesión y los últimos comunicados de ETA amenazan cada día con reventar el proceso. A Zapatero no le queda otra que esperar y cuzar los dedos para que no haya ningún atentado. No puede dar un paso en falso porque la prensa, el Partido Popular, y la AVT, están encima para recordarle que una sola concesión sería un suicidio político.
Otra reclamación que hacer a Zapatero es la necesidad de debates públicos entre los jefes de los diferentes partidos, una medida que acercaría a la gente las vergüenzas expresivas y retóricas de más de uno.
Agradezco que mi interlocutor me haya recordado que no debemos perder de vista a los que llevan el país por poner toda nuestra atención en los errores de quienes aspiran a gobernarlo.
Otro vídeo chapuza del PP

El secretario de comunicación del Partido Popular, Gabriel Elorriaga, debería pensar en ir cambiando de documentalista o en buscar otra productora para la elaboración de la propaganda. Los populares han puesto en circulación un vídeo para denunciar la inseguridad ciudadana en la España socialista. El problema es que algunas de las imágenes que se intercalan en el montaje están sacadas de "tanganas" ocurridas antes de que Zapatero fuera presidente. Por ejemplo, a los 15" de comenzar se muestran imágenes de unos ultras enfrentándose a la policía. Estas imágenes son de unos altercados ocurridos hace cuatro años en las cercanías del Estadio Santiago Bernabeu antes de un partido entre el Real Madrid y el Fc.Barcelona, después de que ETA hiciera estallar un coche bomba. En ese momento Mariano Rajoy era ministro de Interior.
La idiotez y la incompetencia de quienes han hecho tamaña chapuza es inadmisible en el partido que, se supone, quiere ser mejor que el gobierno para arrebatarle el poder en el futuro.
A estos descuidos se une el mal gusto de las imágenes, de muertos y sangre, combinadas con una música que parece sacada de 'La Matanza de Texas' o 'Pesadilla en Elm Street'. Sólo caben dos posibilidades para comprender este asunto. O los responsables de comunicación del Partido Popular toman a la gente por imbécil, o son infiltrados de otro partido a los que se les ha encargado la tarea de hundir aún más la resentida credibilidad de los dirigentes del Partido Popular.

miércoles, noviembre 15, 2006

¿Dónde estaba la AVT?


Las risas de los asesinos

Hay cosas que no pueden ser, y que además son imposibles. Otras no deberían ser, y además son. Tener que ver como sonríen los que te han mutilado tras intentar matarte es algo que supera a cualquiera. Esta escena se producía el 14 de noviembre, durante el juicio a los dos etarras que intentaron matar a Eduardo Madina, ex dirigente de Juventudes socialistas en el País Vasco.

Risas de los etarras Asier Arzallus e Iker Olabarrieta

Fuente: EFE

Que la AVT no acuda a defender y apoyar a Eduardo Medina es otra de las bromas macabras que tiene que soportar este chico. Deberían, al menos, ser consecuentes y llamarse AVT del Partido Popular, y así se comprenderían determinadas actitudes con la víctimas del 'otro lado' político. Es tal la esquizofrenia política de este país que convertimos todo en derechas o izquierdas irreconciliables en cualquier punto, por pequeño que sea.

No hay que escandalizarse de los separatismos. Este país es un país de separatistas en todos los ámbitos de la vida. La derecha, la izquierda, el centro...todos separatistas, cada uno a su manera. La pena es que no sepamos separar intereses y decencia, separar entrañas de vísceras y afrontar los problemas desde una perspectiva moral. Siento vergüenza porque, los que dicen defender a las víctimas, la AVT, han abandonado a este chico por pertenecer al PSOE. Otra prueba más que demuestra que esta organización no es solidaria sino política.

lunes, noviembre 13, 2006

Guerra de Iraq: III Aniversario

Más de 150 mil muertos ha costado ya el capricho de Bush, Aznar y Blair

Hace tres años caían los primeros misiles estadounidenses sobre Iraq. Los que hoy acusan al gobierno de Zapatero de someterse a ETA, se sometían entonces a Estados Unidos. Aznar plasmaba por escrito, el apoyo expreso a la guerra contra de los deseos del país que gobernaba.

Aquí se resumen algunas de las mentiras que hizo Aznar entonces. Todo ello montado sobre el bis a bis entre Felipe González y Aznar en el 1993. Parece que los políticos han tomado nota de que las mentiras en televisión huelen pronto. Estos debates televisivos entre oposición y gobierno ya no se producen.





"Cuando nos marchemos dejaremos un Iraq libre", decía Bush hace tres años. Omitió decir un Irak plagado de muertos, de odio, de violación y de infamia.
Hay estimaciones estremecedoras que señalan que en Irak podrían haber muerto entre 150 y 170 mil personas.

Europa hoy a penas se moviliza por Iraq. Hemos aprendido a convivir con las cifras de muertos, con los mercados arrasados y los cadáveres polvorientos en el suelo. "Fuego amigo" lo llaman Bush, Aznar, Blair y la mayor parte de los medios de comunicación cuando deberían decir 'fuego asesino'. La mejor receta para encender la mecha de oriente medio. Sólo la historia puede hacer justicia sobre los que mintieron a un país para justificar este desastre.


Blair, Bush y Aznar en las Azores

sábado, noviembre 11, 2006

Los pilares de la tierra: Ken Follet

Dinero, poder, amor, intriga y aventura, son los pilares del mundo

Esta obra refleja la reiteración de los sueños y algunos de los problemas del ser humano que se repiten con el paso de los siglos. Aunque la sociedad avance sorprende descubrir que los problemas e inquietudes de los hombres de la Edad Media se parecen tanto a los nuestros.
Esta espectacular obra arranca en la Inglaterra medieval. En la ciudad de Kingsbridge cuelga ajusticiado un inocente juglar que verá perdidos sus sueños pero cuyo recuerdo permanecerá latente para surgir en el momento más revelador de la novela.
En este marco Tom Builder, uno de los personajes mejor perfilados de la novela, sueña con construir una catedral y lograr para sí y para su familia estabilidad y prestigio por su buen hacer. Sin embargo el camino que le lleva a su cumplir su visión sueños, con frecuencia, es pedregoso y ofrece giros inesperados y complicados. Tom sorteará cada uno de ellos manteniendo ante todo, aquello que nos iguala a ricos y a pobres y que no distingue de razas. La dignidad.
Otro de los personajes que recogen magistralmente los valores de esta novela es el Prior Philip. Alrededor del Monasterio de Kingsbridge se desarrollan intrigas, mentiras, traiciones que tienen también un importante papel en esta novela, un mundo ajeno a Philip pero con el que ha de convivir para poder realizar lo que para él es ‘voluntad divina’. Aunque la justicia quede a muchos años luz de la cúpula de la iglesia de esta época -aún está por llegar en pleno siglo XXI- algunos hombres buenos cambiarán la historia de otros muchos de una forma casi imperceptible que engancha a un lector que desea descubrir un poco más de la vida de cada personaje. Aquí radica el éxito de esta novela, en la que los personajes soportan, en sí mismos, el peso de la obra cobrando forma poco a poco y haciéndose casi palpables. Aunque son muchos, no olvidas sus nombres, los conoces por como son, y son como son por lo que hacen. Ninguno es bueno ni malo a priori, sino que el lector con el paso de las páginas se va haciendo una idea del papel de cada uno. Otro gran éxito es el ritmo. Algunos se sienten abrumados por las más de mil páginas de esta obra, sin embargo el desarrollo de la historia, sin ser trepidante, no es excesivamente lento y cuando abunda en descripciones o se hace pausado el autor introduce sorpresas o giros inesperados que nos invitan a leer un poco más. En definitiva una obra universal repleta de acción, realismo, amor, intriga y aventura. ¿Qué más se puede pedir?

viernes, noviembre 10, 2006

La batalla de mantener viva la verdad

Ya han pasado casi tres años desde el asesinato de José Couso por parte de las tropas estadounidenses y es de recibo recordar un libro que hace honor a él y a quienes como él se juegan, con mayor o menor fortuna, la vida por dar a conocer los horrores del hombre. El autor Jon Sistiaga, periodista y corresponsal. Ninguna guerra se parece a otra es su primer libro. Un libro que nunca deseó ni debió escribir. Sin embargo la guerra de Bush le obligó a ello después de que le arrebataran a su compañero en la difícil batalla de mantener viva la verdad.
Escribe Jon en el primer capítulo: “Miré fijamente su cámara reventada, mutilada, igual que le habían dejado a él”. A modo de diario Sistiaga narra en ‘Ninguna guerra se parece a otra’ sus experiencias periodísticas en diferentes conflictos bélicos. Lejos del sentimiento heroico de otros reporteros que han explicado sus experiencias en la guerra, Jon nos acerca de modo sutil y realista la soledad y el aburrimiento que muchas veces son la compañía más frecuente en un reportero de guerra.
Explica el autor que normalmente los superiores hacen cuentas desde sus despachos sin saber los problemas que sus reporteros tienen para obtener información, la cárcel, la inquietud, la censura, la desinformación…Todo queda plasmado de forma espectacularmente realista en esta obra. Y todo, cómo no, nos va conduciendo poco a poco hacia la habitación 1403 del hotel Palestina donde su compañero José Couso, fue ametrallado por aquellos que engalanaban una liberación que aun esta por llegar y que cuando lo haga -si es que llega- lo hará asentada bajo los cimientos del asesinato, la violación y el odio.
Éste es el homenaje que se rindió a Couso en el segundo aniversario de su asesinato:

Un diez para este relato periodístico donde Sistiaga demuestra que a pesar de que su amigo ya no está, sus palabras le mantendrán para siempre en el recuerdo de los que amamos esta profesión.
Objetivo y deseos para este blog:

La publicación de este blog obedece a un ansia que me persigue desde hace tiempo.
En este blog expresaré mi libre opinión, mis deseos, mis aficiones y mis gustos sin temor a la censura de ningún editor. Cualquiera de vosotros puede participar de mi blog si lo desea expresando con respeto, cualquier idea que os pueda parecer interesante.
La puesta en marcha de un blog es muy sencilla, sin embargo, más del 90% de estos espacios se abandonan al poco tiempo porque requieren dedicación y tiempo.
Con el tiempo comprobaré si soy capaz de mantener este espacio de opinión y cultura que pretendo hacer público desde hoy.
La mayor parte de los contenidos que llenen este espacio tendrán que ver con pensamientos, sueños, literatura, política, etc.... y todos, absolutamente todos estarán abiertos a vuestra crítica, corrección y aportación.
Escribo este blog por una necesidad imperante que cada día se acentúa con más fuerza. Con el deseo de que permanezca de manera constante -como los alisios- en verano y deje después una suave brisa.


Un saludo.
CNS