sábado, noviembre 11, 2006

Los pilares de la tierra: Ken Follet

Dinero, poder, amor, intriga y aventura, son los pilares del mundo

Esta obra refleja la reiteración de los sueños y algunos de los problemas del ser humano que se repiten con el paso de los siglos. Aunque la sociedad avance sorprende descubrir que los problemas e inquietudes de los hombres de la Edad Media se parecen tanto a los nuestros.
Esta espectacular obra arranca en la Inglaterra medieval. En la ciudad de Kingsbridge cuelga ajusticiado un inocente juglar que verá perdidos sus sueños pero cuyo recuerdo permanecerá latente para surgir en el momento más revelador de la novela.
En este marco Tom Builder, uno de los personajes mejor perfilados de la novela, sueña con construir una catedral y lograr para sí y para su familia estabilidad y prestigio por su buen hacer. Sin embargo el camino que le lleva a su cumplir su visión sueños, con frecuencia, es pedregoso y ofrece giros inesperados y complicados. Tom sorteará cada uno de ellos manteniendo ante todo, aquello que nos iguala a ricos y a pobres y que no distingue de razas. La dignidad.
Otro de los personajes que recogen magistralmente los valores de esta novela es el Prior Philip. Alrededor del Monasterio de Kingsbridge se desarrollan intrigas, mentiras, traiciones que tienen también un importante papel en esta novela, un mundo ajeno a Philip pero con el que ha de convivir para poder realizar lo que para él es ‘voluntad divina’. Aunque la justicia quede a muchos años luz de la cúpula de la iglesia de esta época -aún está por llegar en pleno siglo XXI- algunos hombres buenos cambiarán la historia de otros muchos de una forma casi imperceptible que engancha a un lector que desea descubrir un poco más de la vida de cada personaje. Aquí radica el éxito de esta novela, en la que los personajes soportan, en sí mismos, el peso de la obra cobrando forma poco a poco y haciéndose casi palpables. Aunque son muchos, no olvidas sus nombres, los conoces por como son, y son como son por lo que hacen. Ninguno es bueno ni malo a priori, sino que el lector con el paso de las páginas se va haciendo una idea del papel de cada uno. Otro gran éxito es el ritmo. Algunos se sienten abrumados por las más de mil páginas de esta obra, sin embargo el desarrollo de la historia, sin ser trepidante, no es excesivamente lento y cuando abunda en descripciones o se hace pausado el autor introduce sorpresas o giros inesperados que nos invitan a leer un poco más. En definitiva una obra universal repleta de acción, realismo, amor, intriga y aventura. ¿Qué más se puede pedir?

viernes, noviembre 10, 2006

La batalla de mantener viva la verdad

Ya han pasado casi tres años desde el asesinato de José Couso por parte de las tropas estadounidenses y es de recibo recordar un libro que hace honor a él y a quienes como él se juegan, con mayor o menor fortuna, la vida por dar a conocer los horrores del hombre. El autor Jon Sistiaga, periodista y corresponsal. Ninguna guerra se parece a otra es su primer libro. Un libro que nunca deseó ni debió escribir. Sin embargo la guerra de Bush le obligó a ello después de que le arrebataran a su compañero en la difícil batalla de mantener viva la verdad.
Escribe Jon en el primer capítulo: “Miré fijamente su cámara reventada, mutilada, igual que le habían dejado a él”. A modo de diario Sistiaga narra en ‘Ninguna guerra se parece a otra’ sus experiencias periodísticas en diferentes conflictos bélicos. Lejos del sentimiento heroico de otros reporteros que han explicado sus experiencias en la guerra, Jon nos acerca de modo sutil y realista la soledad y el aburrimiento que muchas veces son la compañía más frecuente en un reportero de guerra.
Explica el autor que normalmente los superiores hacen cuentas desde sus despachos sin saber los problemas que sus reporteros tienen para obtener información, la cárcel, la inquietud, la censura, la desinformación…Todo queda plasmado de forma espectacularmente realista en esta obra. Y todo, cómo no, nos va conduciendo poco a poco hacia la habitación 1403 del hotel Palestina donde su compañero José Couso, fue ametrallado por aquellos que engalanaban una liberación que aun esta por llegar y que cuando lo haga -si es que llega- lo hará asentada bajo los cimientos del asesinato, la violación y el odio.
Éste es el homenaje que se rindió a Couso en el segundo aniversario de su asesinato:

Un diez para este relato periodístico donde Sistiaga demuestra que a pesar de que su amigo ya no está, sus palabras le mantendrán para siempre en el recuerdo de los que amamos esta profesión.
Objetivo y deseos para este blog:

La publicación de este blog obedece a un ansia que me persigue desde hace tiempo.
En este blog expresaré mi libre opinión, mis deseos, mis aficiones y mis gustos sin temor a la censura de ningún editor. Cualquiera de vosotros puede participar de mi blog si lo desea expresando con respeto, cualquier idea que os pueda parecer interesante.
La puesta en marcha de un blog es muy sencilla, sin embargo, más del 90% de estos espacios se abandonan al poco tiempo porque requieren dedicación y tiempo.
Con el tiempo comprobaré si soy capaz de mantener este espacio de opinión y cultura que pretendo hacer público desde hoy.
La mayor parte de los contenidos que llenen este espacio tendrán que ver con pensamientos, sueños, literatura, política, etc.... y todos, absolutamente todos estarán abiertos a vuestra crítica, corrección y aportación.
Escribo este blog por una necesidad imperante que cada día se acentúa con más fuerza. Con el deseo de que permanezca de manera constante -como los alisios- en verano y deje después una suave brisa.


Un saludo.
CNS