domingo, diciembre 10, 2006

El último silencio de un reloj

Un reloj no puede marcar el paso del tiempo eternamente

No soporto el ruido que producen estas máquinas perversas. Lo que más me molesta no es el incesante click click de los relojes de toda la vida, lo peor es el silencio que marca cada segundo. Es terrible la incertidumbre que produce pensar que en cualquier momento se va a parar. Ese martilleo inhumano parece incansable pero es sólo una ilusión. Tampoco un corazón puede latir eternamente y vivir todos los segundos.

120 pulsaciones al minuto, 7200 pulsaciones a la hora, 173 mil pulsaciones al día....Y al final el reloj se rinde y el silencio que marca el último segundo se hace más y más largo hasta convertirse en un silencio, ese sí, eterno.

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