miércoles, noviembre 15, 2006

¿Dónde estaba la AVT?


Las risas de los asesinos

Hay cosas que no pueden ser, y que además son imposibles. Otras no deberían ser, y además son. Tener que ver como sonríen los que te han mutilado tras intentar matarte es algo que supera a cualquiera. Esta escena se producía el 14 de noviembre, durante el juicio a los dos etarras que intentaron matar a Eduardo Madina, ex dirigente de Juventudes socialistas en el País Vasco.

Risas de los etarras Asier Arzallus e Iker Olabarrieta

Fuente: EFE

Que la AVT no acuda a defender y apoyar a Eduardo Medina es otra de las bromas macabras que tiene que soportar este chico. Deberían, al menos, ser consecuentes y llamarse AVT del Partido Popular, y así se comprenderían determinadas actitudes con la víctimas del 'otro lado' político. Es tal la esquizofrenia política de este país que convertimos todo en derechas o izquierdas irreconciliables en cualquier punto, por pequeño que sea.

No hay que escandalizarse de los separatismos. Este país es un país de separatistas en todos los ámbitos de la vida. La derecha, la izquierda, el centro...todos separatistas, cada uno a su manera. La pena es que no sepamos separar intereses y decencia, separar entrañas de vísceras y afrontar los problemas desde una perspectiva moral. Siento vergüenza porque, los que dicen defender a las víctimas, la AVT, han abandonado a este chico por pertenecer al PSOE. Otra prueba más que demuestra que esta organización no es solidaria sino política.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La AVT no cumple su objetivo en absoluto..basta con escuchar a su presidente,esta claro que el apoyo de la asociación se decide en el núcleo del PP,y a mi juicio es oportunista y por supuesto politizada.Sus miembros son enemigos de la paz y "marionetas" del PP,además de hipócritas,porque ¿acaso hubo manifestaciones en contra de la negociación PP/ ETA?
Desde luego no.Gente manipuladora y manipulada que se preocupa más de los privilegios politicos que de las funciones sociales (para todos,sin condiciones)que se deberían desprendenrde una verdadera asociación de estas características.Una vergüenza.