Nacionalismos y 'Aguafiestas'

Da gusto cuando en las páginas editoriales de un periódico se producen discrepancias evidentes entre los propios columnistas. Hoy 'La Razón' publica una estupenda columna de Carlos Alsina titulada 'Los aguafiestas', en la que dice cosas como estas refiriéndose a "la quinta esencia del patriotismo español intelectual y culto":

"Les escuece que otro circo haya eclipsado el suyo. Para ellos, hablar de la Eurocopa es atizarle a Urkullu por traidor y repetir que Zapatero, pese a la Copa, es gafe. Acostumbrados a decirle a todo el mundo lo que debe leer, lo que debe pensar, lo que debe votar, pretenden decirle ahora lo que debe, o no debe, celebrar. Predican, desde su púlpito, a qué debemos reservar la alegría y las banderas. «¡Olvidad el circo, pecadores, que España se rompe, digo, se hunde!». Porque España, para ellos, siempre se está hundiendo".

Lo bueno es que los 'Aguafiestas' están curiosamente en la página siguiente. Así habla Alfonso Ussía de la tradición 'Soga-tira' vasca y de la Eurocopa en su artículo 'Los bolos' dedicado a la propuesta catalana de participar en el campeonato mundial de bolos con su selección:

"En el País Vasco se disputa cada año un campeonato del mundo de Soga-tira, y lo ganan siempre equipos vascos, porque no existen de otros lugares que se dediquen a esa majadería".

Y sobre el triunfo de españa y los nacionalistas:

"Después del triunfo de España en la Eurocopa de fútbol, los nacionalistas necesitan analgésicos y laxantes, porque se han quedado bastante estreñidos".

La otra aguafiestas es L. Schlichting, con 'Fútbol y patria':

"Lo que piense da igual, lo que importa y es trágico es lo que cree nuestro presidente que, preguntado en Dinamarca -donde daba rueda de Prensa conjunta con el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmusen- contestó que no sabía si la victoria de la selección española ayudaba o no a la unidad de España."

Un verdadero drama, que Zapatero no quiera mezclar la política y el futbol. Es increíble lo rápido que queda demostrado que todos los nacionalismos están hechos de la misma absurda pasta.