Desde el principio Camus nos dibuja un ser sobrio, casi insensible. Un personaje capaz de sentirse incómodo por el silencio en el velatorio de su propia madre y lamentar no poder disfrutar de tiempo libre en ese mismo instante.
Algunos autores prefieren traducir el título de esta obra como ‘El extraño’ en lugar de ‘El extranjero’. Este supuesto toma su sentido desde el momento en que vamos descubriendo la personalidad de Meursault, el protagonista. Desde el principio Camus nos dibuja un ser sobrio, casi insensible. Un personaje capaz de sentirse incómodo por el silencio en el velatorio de su propia madre y lamentar no poder disfrutar de tiempo libre en ese mismo instante, “hacía mucho que no iba al campo y sentía el placer que habría tenido en pasearme de no haber sido por mamá”. Ni siquiera la muerte de su madre hace despertar a Meursault de su tediosa rutina.
Un personaje cuya alma está sujeta a los avatares de un destino contra el que no merece la pena luchar
Meursalt: “...tiré aún cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que las balas se hundían sin que se notara, y eran como cuatro breves golpes que daba en la puerta de la desgracia”
El destino
“Tras otro momento de silencio murmuró que yo era un extraño, que sin duda me amaba por eso mismo”. María, la amante de Meursault, es la primera en darse cuenta de que se trata de un ser especial. Un personaje cuya alma está sujeta a los avatares de un destino contra el que no merece la pena luchar. Ese destino, muy presente en la novela, lleva a Meursault a cometer, sin motivo aparente, un asesinato. “...tiré aún cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que las balas se hundían sin que se notara, y eran como cuatro breves golpes que daba en la puerta de la desgracia”.
La certeza de su ejecución no consigue sino demostrarle, una vez más, que no se puede luchar contra la fatalidad.
Un relato claro y sencillo
Ese constante ‘dejarse llevar’ por la vida y no intentar ir más allá marcan el ritmo de la novela. Las frases son muy cortas. En ocasiones de tres o cuatro palabras. La claridad expositiva y la continuidad del ritmo compensan la falta de giros inesperados en la historia.
Camus, el hombre sin patria
Ni argelino ni francés, Camus busca una patria con la que sentirse identificado. El comunismo será su primer intento, después llegará el teatro. Llegó a fundar dos grupos teatrales: ‘L’equipe’ y ‘Theatre du Travail’. Sus obras más relevantes son ‘El extranjero’, ‘El mito de Sísifo’ y ‘La peste’. Premio Nobel en 1957, su discurso le alejó de anteriores tendencias izquierdistas. Murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de coche.
Algunos autores prefieren traducir el título de esta obra como ‘El extraño’ en lugar de ‘El extranjero’. Este supuesto toma su sentido desde el momento en que vamos descubriendo la personalidad de Meursault, el protagonista. Desde el principio Camus nos dibuja un ser sobrio, casi insensible. Un personaje capaz de sentirse incómodo por el silencio en el velatorio de su propia madre y lamentar no poder disfrutar de tiempo libre en ese mismo instante, “hacía mucho que no iba al campo y sentía el placer que habría tenido en pasearme de no haber sido por mamá”. Ni siquiera la muerte de su madre hace despertar a Meursault de su tediosa rutina.
Un personaje cuya alma está sujeta a los avatares de un destino contra el que no merece la pena luchar
Meursalt: “...tiré aún cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que las balas se hundían sin que se notara, y eran como cuatro breves golpes que daba en la puerta de la desgracia”
El destino
“Tras otro momento de silencio murmuró que yo era un extraño, que sin duda me amaba por eso mismo”. María, la amante de Meursault, es la primera en darse cuenta de que se trata de un ser especial. Un personaje cuya alma está sujeta a los avatares de un destino contra el que no merece la pena luchar. Ese destino, muy presente en la novela, lleva a Meursault a cometer, sin motivo aparente, un asesinato. “...tiré aún cuatro veces sobre un cuerpo inerte en el que las balas se hundían sin que se notara, y eran como cuatro breves golpes que daba en la puerta de la desgracia”.
La certeza de su ejecución no consigue sino demostrarle, una vez más, que no se puede luchar contra la fatalidad.
Un relato claro y sencillo
Ese constante ‘dejarse llevar’ por la vida y no intentar ir más allá marcan el ritmo de la novela. Las frases son muy cortas. En ocasiones de tres o cuatro palabras. La claridad expositiva y la continuidad del ritmo compensan la falta de giros inesperados en la historia.
Camus, el hombre sin patria
Ni argelino ni francés, Camus busca una patria con la que sentirse identificado. El comunismo será su primer intento, después llegará el teatro. Llegó a fundar dos grupos teatrales: ‘L’equipe’ y ‘Theatre du Travail’. Sus obras más relevantes son ‘El extranjero’, ‘El mito de Sísifo’ y ‘La peste’. Premio Nobel en 1957, su discurso le alejó de anteriores tendencias izquierdistas. Murió el 4 de enero de 1960 en un accidente de coche.
Publicado en Bottup
No hay comentarios:
Publicar un comentario